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Lesiones ¿Cómo prevenirlas?

En el deporte de alto nivel no hay límites, no hay horarios y nunca es suficiente. Al desgaste físico y psicológico que supone la práctica de la propia actividad deportiva, se le suma la exigencia de querer llegar a ser uno de los mejores del mundo, esto provoca que el cuerpo se acabe resintiendo y aparezcan las lesiones. Muy pocos son los días en los que un gimnasta de alto nivel entrena sin dolor. Al final se acaba acostumbrando a convivir con él, y aprende a aguantar sin dejar de avanzar. Es tal la relación que los deportistas de alto nivel establecen con el dolor, que pueden estar entrenando con un tendón del bíceps roto y no darse cuenta de ello. Es importante tener en cuenta una serie de factores para prevenir lesiones graves:

Planificación del entrenamiento:

Ir a entrenar con objetivos claros y con una buena planificación, puede salvarte de muchas sobrecargas y lesiones. En numerosas ocasiones vamos a “entrenar” improvisando sobre la marcha los ejercicios y series a realizar. Esto puede provocar que días en los que te sientas enérgico, acabes sobrecargando el cuerpo con un exceso de ejercicios y series, y al día siguiente no te puedas ni mover. En cambio, si tus entrenamientos están bien planificados, conoces de antemano el trabajo a realizar y la intensidad del mismo, tu progreso será continuo y progresivo, y el riesgo de lesiones por sobrecarga será menor.

Calentamiento:

El calentamiento nos prepara física y mentalmente para el entrenamiento. Un buen calentamiento eleva la temperatura corporal, aumentando el riego sanguíneo en la musculatura, y nos pone en predisposición mental para afrontar la tarea. Mucha gente tiene prisa por acabar el entrenamiento, y hace un mal calentamiento o ni siquiera calienta. Esto puede ser el principal motivo de algunas de las lesiones que se producen.

Concentración en la tarea:

Vivimos en un mundo en el que la información y los estímulos nos desbordan. Tenemos tantas cosas en la cabeza, tantas tareas y obligaciones, que nos es casi imposible vivir con la mente centrada en el presente. El hecho de estar entrenando con la cabeza en otro lado, hace que no estemos concentrados en la técnica y en la intensidad que el ejercicio requiere. Cualquier despiste en estos movimientos gimnásticos que exigen una coordinación mente-cuerpo extrema, puede provocar una caída inesperada que acabe en lesión.

Sueño:

Un buen descanso es imprescindible para que nuestro cuerpo y mente asimilen todo lo trabajado durante el día. Necesitamos restaurar nuestro organismo y amanecer preparados para seguir mejorando y progresando. Es importante que una hora antes de irte a dormir dediques tiempo a actividades relajantes (meditar, leer, reforzar los puntos fuertes del día, darte una bañera de agua caliente…) esto te permitirá ir a la cama despejado y tranquilo, lo cual afectará a la calidad de tu descanso. Muchas son las personas que se van a dormir preocupadas y estresadas por la gran cantidad de tareas que deben afrontar al día siguiente. Esto no permite un descanso reconfortante, y con el paso de los días puede afectar a nuestro rendimiento físico y mental en forma de lesiones o depresión.

Alimentación:

No somos conscientes de la gran influencia que tienen sobre nosotros la alimentación. Los alimentos son el combustible que le damos a nuestro cuerpo y mente. Si estos son de calidad, la energía, la vitalidad, la claridad mental… la eficacia al realizar nuestras tareas diarias aumenta, y con ello nos sentimos mejor y más felices. Hay alimentos que provocan inflamación en nuestro organismo, un abuso en el consumo de los mismos puede provocar lesiones con mayor facilidad, o frenar el proceso de recuperación de una lesión. Rodéate de grandes profesionales que estudien tu fisiología y tus hábitos de vida, de esta manera, podrán detallarte un programa alimenticio lo más adaptado posible a tus necesidades.

Nos dejamos llevar por el ritmo de la rutina diaria descuidando todos estos pequeños detalles. No somos consciente de que si sumamos uno tras otro, nuestro rendimiento físico y mental alcanzará los niveles que tanto esperamos. No intentes abordar todos estos puntos al mismo tiempo, céntrate en uno por semana, y no quieras introducir un hábito nuevo sin haber interiorizado el anterior. Date tiempo y confía en el proceso, cuando menos te lo esperes los habrás asimilado todos, y estarás listo para alcanzar los objetivos propuestos.