Antes de leer estas líneas reflexiona por un momento sobre la siguiente pregunta:
¿A qué consideras fracasar?
Muchas son las personas que cuando los resultados no son favorables, cuando los acontecimientos no se desarrollan como ellos habían idealizado, se frustran, se derrumban y se sienten como unos fracasados. Pero la realidad es que sin fracaso no hay éxito. No hay ni una sola persona en este mundo que no haya fallado y fracasado más que acertado. Tenerle miedo al fracaso nos impide alcanzar nuestro máximo potencial, nos hace infravalorarnos y rendir a un nivel más bajo del que estamos preparados.
1. Diseña un plan de acción:
¿Cómo vas a lograr el objetivo marcado? Planifica tu día de la manera más detallada posible, describe las emociones que quieres sentir, las actividades que vas a realizar, con quién te vas a rodear… ten una hoja de ruta muy bien detallada porque las dificultades y los problemas van a querer sacarte del camino y obligarte a abandonar. Tener claro cómo vas a lograr lo que te has propuesto, aumenta las probabilidades de conseguirlo.
“Tener claro cómo vas a lograr lo que te has propuesto,
aumenta las probabilidades de conseguirlo.”
2. Se flexible:
Tener un plan de acción bien detallado no es sinónimo de éxito asegurado. Tenemos que ser conscientes de que hay factores externos que se escapan de nuestro control, y que en ocasiones nos vamos a sentir obligados a modificar nuestra hoja ruta, a cambiar de dirección. Hay que ser flexible y no mostrar resistencia ante estos imprevistos, aquellos que mejor se adaptan a las circunstancias cambiantes del día a día son los que acaban sobreviviendo.
“Hasta que no seas capaz de verte fracasando,
el éxito será inalcanzable.”
3. Acepta el fracaso:
Sólo los que están dispuestos a fracasar serán capaces de coronar las cimas más altas. Asume que tarde o temprano vas a fracasar. Si tu objetivo es ambicioso, si tu meta es exigente, te va a hacer salir de tu zona de confort, te va a obligar a cometer errores y va a poner ante ti grandes dificultades para comprobar si de verdad mereces tener éxito o no. No te dejes bloquear por las dificultades y los errores, abrázalos como una parte inherente del camino hacia tus objetivos, aprende de ellos y vuelve a intentarlo con una mentalidad y una actitud renovada. Hasta que no seas capaz de verte a ti mismo fracasando y no consiguiendo el objetivo soñado, pero a la vez contento y satisfecho de tu esfuerzo y entrega en el camino, el éxito será inalcanzable.
4. Controla tus voces internas e ignora los comentarios externos:
Conviértete en tu mejor aliado, no en tu peor enemigo. La manera en cómo te hablas a ti mismo, en cómo piensas sobre ti mismo juega un papel muy importante en la lucha por tus objetivos. Percíbete auto eficaz, con las herramientas necesarias para generar que pase aquello que quieres que pase.
Ignora las voces externas que te critican y opinan que no lo lograrás. Nadie puede saber con certeza si tendrás éxito o no. Aquellos que especulan sobre tu éxito o fracaso no son más que meros espectadores que han comprado la entrada para verte jugar, ellos están en la grada mientras que tú eres el protagonista del juego.
No dejes que el miedo a no cumplir con las expectativas marcadas te prive de realizar lo que verdaderamente te apasiona. Lucha por tener la vida que siempre has soñado, disfruta del aprendizaje diario y sonríe cada vez que tropieces y te caigas. En esta vida estamos de paso, así que soñemos en grande y no nos arrepintamos de lo que podría haber sido y no fue. El momento es ahora, ve a por ello.
